Con el objetivo de reducir emisiones de CO2 a la atmosfera, se está desarrollando una nueva movilidad eléctrica, con el automóvil eléctrico en el centro pero también con otros vehículos que también apuestan por fuentes de energía más respetuosas con el medio ambiente. Los materiales plásticos y composites se presentan como claves para la movilidad eléctrica al permitir fabricar con ellos piezas más ligeras y tan importantes como pueden ser, por ejemplo, las baterías de los automóviles eléctricos.